Bruselas, 23 de noviembre de 2021
En el marco de la respuesta conjunta de la Unión Europea a la instrumentalización de personas auspiciada por el Estado en su frontera exterior con Bielorrusia, la Comisión y el alto representante proponen hoy medidas para prevenir y restringir las actividades de los operadores de transporte que participen en el tráfico ilícito o la trata de personas con la Unión como destino o lo faciliten. Estas medidas añadirán un nuevo instrumento a la caja de herramientas de la Unión para ayudar a los Estados miembros que se ven afectados por estos ataques híbridos. Las medidas que se adopten en el marco de este nuevo instrumento deberán ir acompañadas de otras formas de ayuda, en particular ayuda humanitaria.
En palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: «Los intentos de desestabilizar a la Unión instrumentalizando a las personas no funcionarán. La Unión está unida, y está tomando distintas medidas para resolver la situación creada en las fronteras exteriores con Bielorrusia. Como ya anuncié hace dos semanas, hoy presentamos una nueva propuesta para incluir en la lista negra a los operadores de transporte que participen en el tráfico ilícito o la trata de personas con la Unión como destino. Jamás aceptaremos la explotación de seres humanos con fines políticos».
Medidas específicas para los operadores de transporte que participen en el tráfico ilícito de personas o lo faciliten
Los recientes acontecimientos ocurridos en la frontera de la Unión con Bielorrusia no podrían haberse producido sin que determinados operadores de transporte contribuyeran consciente o inconscientemente a la explotación de personas, causando un enorme daño humanitario y un gran perjuicio para la seguridad en las fronteras exteriores de la Unión y la estabilidad en la región.
A fin de garantizar que la Unión disponga de las herramientas adecuadas para luchar contra la instrumentalización de personas con fines políticos, la Comisión propone un nuevo marco jurídico que permita a la Unión adoptar medidas específicas contra los operadores de transporte, de cualquier modo de transporte (terrestre, aéreo, por vías navegables interiores y marítimo), que participen en el tráfico ilícito o la trata de personas con la Unión como destino o lo faciliten. Dichas medidas serían proporcionadas y se determinarían caso por caso. Podrían incluir la limitación de las operaciones en el mercado de la Unión, la suspensión de licencias o autorizaciones, la suspensión de los derechos de repostaje o mantenimiento dentro de la Unión o la prohibición de transitar o sobrevolar la Unión, realizar paradas técnicas o hacer escala en sus puertos.
Acción diplomática y exterior
El 15 de noviembre, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión decidieron ampliar el régimen de sanciones de la Unión aplicable a Bielorrusia para poner en el punto de mira a los particulares y entidades que organizan la instrumentalización de personas o participan en ella, entre ellos las compañías aéreas, las agencias de viajes y otros intermediarios. Para hacer frente a la situación creada en la frontera, a la trata de seres humanos y a los continuos actos de represión dentro de Bielorrusia, se alcanzó un acuerdo político sobre un quinto paquete de inclusiones en las listas. Este acuerdo siguió a la decisión adoptada el 9 de noviembre de 2021 de suspender parcialmente el Acuerdo sobre la facilitación de la expedición de visados entre la Unión Europea y Bielorrusia, de manera que sus beneficios no se apliquen a los funcionarios del Gobierno de ese país.
Desde el inicio de la crisis, la Unión ha venido creando una coalición mundial que se opone a la práctica sin escrúpulos de instrumentalizar a las personas, siguiendo un enfoque TeamEurope consistente en el despliegue de las fuerzas diplomáticas combinadas de los Estados miembros y de la Unión y que incluye los viajes del alto representante/vicepresidente Borrell. En las últimas semanas, el vicepresidente Schinas, en coordinación con el alto representante/vicepresidente Borrell, ha viajado a los principales países de origen y de tránsito para pedir que tomen medidas destinadas a impedir que sus propios ciudadanos caigan en la trampa tendida por las autoridades bielorrusas. El compromiso permanente de la Unión ha dado resultados. Varios países de origen y de tránsito han suspendido los vuelos a Bielorrusia y han reforzado los controles de pasajeros en los aeropuertos. Tras los debates mantenidos entre el alto representante Borrell y el ministro de Asuntos Exteriores bielorruso, el Servicio Europeo de Acción Exterior y la Comisión entablaron conversaciones técnicas con agencias de las Naciones Unidas (ACNUR y OIM) y con sus homólogos bielorrusos a nivel de trabajo para facilitar las repatriaciones de migrantes desde el territorio bielorruso.
Muchas de las personas explotadas por el régimen bielorruso en esta crisis son iraquíes. La Unión mantiene una intensa cooperación con Irak. En agosto se suspendieron los vuelos directos de Bagdad a Bielorrusia y, a continuación, también se interrumpieron los vuelos procedentes de Erbil que transitaban por terceros países con destino a ese país. Irak está organizando vuelos de repatriación para sus ciudadanos, con el apoyo de la Unión y con una ayuda financiera adicional, aún por llegar, para la reintegración en el país.
La manipulación de la información es una herramienta clave que se utiliza para engañar a las personas, crear falsas promesas y, de este modo, instrumentalizarlas. La situación se ha aprovechado desde distintos frentes, orquestando una campaña de desinformación generalizada con vistas a desacreditar a la Unión a nivel internacional. El Servicio Europeo de Acción Exterior ha tomado medidas para contrarrestar la información falsa y engañosa en línea y a través de actividades de comunicación específicas por parte de las delegaciones de la Unión en los países desde los que han sido atraídas a Bielorrusia la mayoría de las personas.
Refuerzo de la ayuda humanitaria
La Unión Europea ha asignado 700 000 euros de ayuda humanitaria a refugiados y migrantes vulnerables que han quedado bloqueados en Bielorrusia, en las fronteras y dentro del país, de los cuales 200 000 van a ir directamente a la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), en el marco de la contribución global de la Unión al Fondo de Reserva para el Socorro en Casos de Desastre, gestionado por la FICR. Con estos fondos, la Unión está ayudando a la FICR y a su sociedad nacional, la Cruz Roja de Bielorrusia, a prestar una ayuda de emergencia muy necesaria, que incluye alimentos, kits de higiene, mantas y equipos de primeros auxilios. Se han movilizado otros 500 000 euros para que las organizaciones socias de la Unión que operan sobre el terreno puedan prestar más ayuda humanitaria.
La Comisión está dispuesta a proporcionar financiación humanitaria adicional para responder a unas necesidades humanitarias claramente establecidas, si el acceso de las organizaciones humanitarias socias en Bielorrusia sigue mejorando. La ayuda humanitaria de la Unión se basa en principios humanitarios internacionales.
Apoyo a la gestión de las fronteras y la migración
Desde el inicio de la crisis, la Unión Europea ha prestado ayuda inmediata a Letonia, Lituania y Polonia para la gestión de las fronteras, en forma de financiación de emergencia, envío de expertos y ayuda en especie de parte de los países europeos en el marco del Mecanismo de Protección Civil. Tras la visita de la comisaria Johansson a Lituania, la Comisión asignó 36,7 millones de euros de fondos de la Unión a ese país, para contribuir a la implantación de procedimientos de asilo y condiciones de acogida, en particular para las personas vulnerables. La Comisión coordinó la ayuda procedente de diecinueve Estados miembros y de Noruega consistente en tiendas de campaña, camas, sistemas de calefacción, generadores eléctricos, ropa de cama, alimentos y otras ayudas en especie. La Red de preparación y gestión de crisis migratorias de la UE se reúne semanalmente para proporcionar un conocimiento de la situación y una coordinación de calidad, con el fin de ofrecer una respuesta eficaz. Desde el mes de julio, también se ha movilizado a las agencias de Asuntos de Interior de la Unión, lo que ha dado lugar a la presencia de personal en los tres Estados miembros y el envío de equipos a Letonia y Lituania.
La Comisión está dialogando con Letonia, Lituania y Polonia sobre las necesidades financieras y operativas y tiene previsto asignar otros 200 millones de euros para la gestión de fronteras. Las agencias podrían aportar ayuda adicional consistente en una intervención rápida en la frontera o en una intervención de retorno por parte de Frontex, así como en asistencia de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo para la gestión de la migración y una acogida adecuada.
La Comisión, Frontex y la OIM están trabajando con Lituania para reforzar la capacidad de retorno mediante el intercambio de orientaciones, mejores prácticas y contactos con terceros países en apoyo de la readmisión. Polonia también ha solicitado la ayuda de Frontex para los retornos. La Comisión también asignará hasta 3,5 millones de euros para contribuir al retorno voluntario desde Bielorrusia a los países de origen. El Centro Europeo de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Migrantes de Europol apoya las investigaciones penales y facilita el intercambio de información. La plena ejecución del Plan de Acción de la UE contra el tráfico ilícito de migrantes (2021-2025) proporcionará una respuesta más eficaz a la instrumentalización de las personas con fines políticos y a la necesidad de gestionar las fronteras exteriores de la Unión en tales situaciones.
Además, la Comisión está trabajando en una propuesta de medidas provisionales en el ámbito del asilo y el retorno basada en el artículo 78, apartado 3, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. Esta propuesta responde a la invitación que le hizo el Consejo Europeo para que propusiera cualquier cambio necesario en el marco jurídico de la Unión, así como medidas concretas, para garantizar una respuesta inmediata y adecuada en consonancia con el Derecho de la Unión y las obligaciones internacionales. Responde asimismo a una petición de los Estados miembros afectados de poder basarse en medidas provisionales para afrontar con eficacia la situación migratoria de emergencia que se ha creado en las fronteras exteriores de la Unión.
Declaraciones de los miembros del Colegio de Comisarios:
El alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, ha declarado: «El régimen bielorruso intenta desviar la atención de la desastrosa situación del país aprovechándose de la consternación de la gente y empujándola hacia las fronteras de la Unión. Pero no lo conseguirá. A modo de respuesta, hemos ampliado el régimen de sanciones y estamos adoptando otro paquete de medidas contra los autores de este ataque híbrido por parte del régimen de Lukashenko. Junto con las agencias de las Naciones Unidas, proporcionaremos ayuda humanitaria a quienes lo necesiten. Seguiremos manteniendo los contactos diplomáticos con nuestros socios. La Unión se mantiene firme contra este ataque híbrido».
Por su parte, el vicepresidente para la Promoción de nuestro Modo de Vida Europeo, Margaritis Schinas, ha declarado: «El régimen bielorruso, en colaboración con las redes internacionales de tráfico ilícito de personas, ha vendido una mentira a los ciudadanos de a pie. Lo que está ocurriendo en nuestras fronteras no es un problema migratorio, sino un problema de seguridad. Y la Unión está demostrando que la respuesta será implacable. Gracias a la acción decidida y global de la Unión, junto con nuestros socios, estamos empezando a ver mejoras. Además, el mecanismo de listas negras que proponemos hoy es una nueva manifestación palpable de nuestra voluntad de actuar con firmeza. Se trata de un problema mundial y tenemos que formar una coalición internacional contra la utilización de las personas como peones al servicio de la política».
En palabras de la comisaria de Asuntos de Interior, Ylva Johansson: «Para proteger nuestras fronteras, y para proteger a las personas, estamos poniendo fin a la operación de viajes sin licencia de Lukashenko. La ruta posible hacia Europa es un camino pavimentado jurídicamente, no una pista forestal irregular. A largo plazo, necesitamos un sistema europeo de migración y asilo justo y eficaz, capaz de responder a diferentes situaciones. Esta situación pone de relieve la necesidad de contar con el nuevo Pacto sobre Migración y Asilo».
Por su parte, Janez Lenarčič, comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, ha declarado: «La Unión está ayudando a sus socios humanitarios a prestar la tan necesaria ayuda a las personas que han quedado bloqueadas en la frontera y en otras partes de Bielorrusia. Ante la llegada del inminente frío invernal, debemos garantizar el acceso continuo de las organizaciones humanitarias de ambas partes para llegar a este grupo de personas vulnerables».
En cuanto a la comisaria de Transportes, Adina Vălean, ha afirmado: «La estrecha e inmediata cooperación que hemos presenciado en las últimas semanas por parte de la comunidad mundial de la aviación pone de manifiesto que es fundamental involucrar estrechamente a los operadores de transporte en la prevención y la lucha contra esta nueva forma de amenaza híbrida. Nuestra nueva propuesta de medidas dirigidas a los operadores de transporte que participen en el tráfico ilícito de personas o lo faciliten nos proporcionará una poderosa herramienta para actuar cuando esos operadores intenten beneficiarse de la explotación de las personas».
En palabras de Olivér Várhelyi, comisario de Vecindad y Ampliación: «La instrumentalización de miles de migrantes auspiciada por el Estado y el ataque a la Unión y a sus Estados miembros es inaceptable y tiene que acabar. Como ponen de manifiesto las propuestas que presentamos hoy, estos actos tienen consecuencias. Nos negamos a aceptar el chantaje del régimen de Lukashenka. Ayudaremos a las personas atrapadas en sus programas. Al mismo tiempo, seguiremos apoyando a los ciudadanos bielorrusos y sus aspiraciones democráticas».
Antecedentes
La Unión en su conjunto está siendo amenazada, en particular Letonia, Lituania y Polonia, quienes desde el verano vienen padeciendo una nueva e insidiosa amenaza en forma de instrumentalización de personas desesperadas. Esta situación ha sido iniciada y organizada por el régimen de Lukashenko, al atraer a las personas a la frontera, con la cooperación de traficantes de migrantes y redes delictivas.
Las acciones de Bielorrusia han desencadenado una crisis humanitaria. Mujeres, hombres y niños se encontraron bloqueados en un vasto bosque a temperaturas por debajo de los cero grados. Varias personas, incluidos niños, perdieron la vida. La situación se agravó el 8 de noviembre, cuando dos mil personas quedaron atrapadas en la frontera. Tras una intensa labor diplomática, la Unión envió ayuda humanitaria, y está colaborando con las agencias de las Naciones Unidas para ayudar con las evacuaciones. Bielorrusia ha trasladado a las personas desde el campamento improvisado situado en la frontera a un almacén con calefacción.
Más información
Ficha informativa: Ayuda urgente de la Unión para la gestión de la migración y las fronteras
Fuente: Comisión Europea Representación en España
Audiovisual: Ficha informativa: Ayuda urgente de la Unión para la gestión de la migración y las fronteras
