Bruselas, 15 de noviembre de 2024
Tras un prolongado período de estancamiento, la economía de la UE está retomando un crecimiento modesto, mientras prosigue el proceso de desinflación. Según las previsiones de primavera, el crecimiento del PIB en 2024 será del 0,9 % en la UE y del 0,8 % en la zona del euro. Se prevé que la actividad económica se acelere hasta el 1,5 % en la UE y el 1,3 % en la zona del euro en 2025, y hasta el 1,8 % en la UE y el 1,6 % en la zona del euro en 2026.
Se prevé que la inflación general en la zona del euro disminuya más de la mitad en 2024, pasando del 5,4 % en 2023 al 2,4 %, antes de reducirse de forma más gradual hasta el 2,1 % en 2025 y el 1,9 % en 2026. En la UE, se prevé que el proceso de desinflación sea aún más intenso en 2024, al disminuir la inflación general hasta el 2,6 %, desde el 6,4 % en 2023, y que siga relajándose hasta el 2,4 % en 2025 y el 2,0 % en 2026.
El crecimiento se acelera según se recupera el consumo y repunta la inversión
Tras reanudar su crecimiento en el primer trimestre de 2024, la economía de la UE siguió expandiéndose durante el segundo y tercer trimestres a un ritmo estable, aunque moderado.
El crecimiento del empleo y la recuperación de los salarios reales siguieron sosteniendo la renta disponible, pero el consumo de los hogares se vio constreñido. Un coste de la vida aún elevado y el aumento de la incertidumbre tras la exposición reiterada a perturbaciones extremas, junto con incentivos financieros para ahorrar en un contexto de tipos de interés elevados, llevaron a los hogares a ahorrar un porcentaje cada vez mayor de sus ingresos. Al mismo tiempo, la inversión decepcionó al haberse producido una contracción profunda y generalizada en la mayoría de los Estados miembros y categorías de activos en el primer semestre de 2024.
Parece que la restricción del consumo se está relajando. A medida que el poder adquisitivo de los salarios se vaya recuperando y los tipos de interés bajen, se prevé que el consumo siga creciendo. Se espera que la inversión repunte como consecuencia de la solidez de los balances de las empresas, la recuperación de los beneficios y la mejora de las condiciones crediticias. El estímulo del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y otros fondos de la UE también impulsará un aumento de la inversión pública durante el período de previsión.
En general, se prevé que la demanda interna impulse el crecimiento económico en el futuro. En 2025 y 2026, se espera que las exportaciones y las importaciones crezcan prácticamente al mismo ritmo, lo que implicará una contribución neutra al crecimiento de la demanda exterior neta.
Prosigue el proceso de desinflación
El proceso de desinflación que comenzó hacia finales de 2022 prosigue a pesar de un ligero repunte de la inflación en octubre, impulsado en gran medida por los precios de la energía.
Las presiones sobre los precios de los servicios siguen siendo altas, pero se prevé que se moderen a partir de principios de 2025, gracias a la ralentización de la subida de los salarios y el repunte previsto de la productividad, y al sostén de efectos de base negativos. Esto sienta las bases para que la inflación disminuya y se acerque al objetivo a finales de 2025 en la zona del euro y en 2026 en la UE.
El mercado laboral se mantiene fuerte, con un desempleo récord
El mercado laboral de la UE resistió bien en el primer semestre de 2024 y se prevé que se mantenga fuerte. Se prevé que el crecimiento del empleo en la UE continúe, aunque a un ritmo más lento, y que pase del 0,8 % en 2024 (el 0,9 % en la zona del euro) al 0,5 % en 2026 (el 0,6 % en la zona del euro).
En octubre, la tasa de desempleo de la UE alcanzó un nuevo mínimo histórico del 5,9 %. En el conjunto del 2024, se situará en el 6,1 % (el 6,5 % en la zona del euro) y disminuirá aún más, hasta alcanzar el 5,9 % en 2025 y 2026 (el 6,3 % en la zona del euro).
Déficit decreciente como consecuencia del saneamiento fiscal
Puesto que muchos Estados miembros se esfuerzan por reducir sus ratios de deuda, se prevé que el déficit de las administraciones públicas de la UE se reduzca en 2024 en aproximadamente 0,4 puntos porcentuales, hasta el 3,1 % del PIB y el 3,0 % en 2025. En 2026, se prevé que el impulso económico positivo siga disminuyendo el déficit hasta el 2,9 %. En la zona del euro, se pronostica que el déficit baje del 3,0 % en 2024 al 2,9 % en 2025 y al 2,8 en 2026.
No obstante, se prevé que la ratio deuda/PIB agregada de la UE aumente y que pase del 82,1 % en 2023 al 83,4 % en 2026. Esto sucede a una disminución de casi diez puntos porcentuales entre 2020 y 2023, y recoge el efecto de unos déficits primarios aún elevados y del aumento del gasto en intereses, que ya no se ven compensados por un alto crecimiento del PIB nominal según disminuye la inflación. En la zona del euro, se prevé que la deuda pública suba del 88,9 % del PIB en 2023 al 90 % en 2026.
Agravación de la incertidumbre y los riesgos
Se han agravado la incertidumbre y los riesgos a la baja para las perspectivas. La prolongada guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y la intensificación del conflicto en Oriente Próximo alimentan los riesgos geopolíticos y los relacionados con la seguridad energética. Una nueva intensificación de las medidas proteccionistas por parte de los socios comerciales podría perturbar el comercio mundial y lastrar la economía muy abierta de la UE.
En el plano interno, la incertidumbre política y las dificultades estructurales del sector manufacturero podrían acarrear nuevas pérdidas de competitividad y afectar al crecimiento y al mercado laboral. Además, los retrasos en la ejecución del MRR o un impacto mayor del previsto del saneamiento presupuestario podrían frenar aún más la reanudación del crecimiento. Por último, las recientes inundaciones sufridas en España ilustran las dramáticas consecuencias que el aumento de la frecuencia y el alcance de los peligros naturales pueden tener no solo para el medio ambiente y las personas afectadas, sino también para la economía.
Contexto
Estas previsiones se basan en una serie de hipótesis técnicas sobre los tipos de cambio, los tipos de interés y los precios de las materias primas elaboradas hasta el 31 de octubre. Por lo que respecta a los demás datos considerados, incluidas las hipótesis sobre políticas públicas, las previsiones tienen en cuenta la información obtenida hasta el 25 de octubre inclusive. Las hipótesis parten del supuesto de que no se produzcan cambios en las políticas, salvo que se anuncien nuevas políticas especificadas con el suficiente detalle.
La Comisión Europea publica cada año dos previsiones globales (en primavera y otoño), las cuales abarcan una amplia gama de indicadores económicos de todos los Estados miembros de la UE, los países candidatos, los países de la AELC y otras grandes economías de mercado avanzadas y emergentes.
Más información
Documento completo: Previsiones económicas del otoño de 2024
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Cita(s)
Coincidiendo con la recuperación constante de la economía de la UE, el crecimiento debería acelerarse el próximo año por el aumento del consumo gracias a un mayor poder adquisitivo y un desempleo sin precedentes, así como a una mejora prevista de los niveles de inversión. Sin embargo, dada la elevada incertidumbre geopolítica actual y los numerosos riesgos, no podemos permitir el lujo de confiarnos. Tenemos que hacer frente a retos estructurales duraderos, aumentar la productividad y velar por que la economía de la UE en su conjunto siga siendo competitiva a escala mundial. Es fundamental que los Estados miembros realicen todas las reformas e inversiones previstas en sus planes de recuperación y resiliencia, y que reduzcan los niveles de deuda pública en consonancia con las nuevas normas presupuestarias.
Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo responsable de Una Economía al Servicio de las Personas
La economía europea se está recuperando lentamente. A medida que la inflación siga disminuyendo y el consumo privado y el crecimiento de la inversión repunten, coincidiendo con un desempleo sin precedentes, se prevé que el crecimiento se acelere gradualmente en los dos próximos años. Sin embargo, las dificultades estructurales y la incertidumbre geopolítica pesan sobre nuestras perspectivas de futuro. Los Estados miembros tendrán que seguir una estrecha senda para reducir los niveles de deuda, mientras sostienen el crecimiento, con la ayuda del nuevo marco de gobernanza económica y la ejecución continuada de NextGenerationEU. De cara al futuro, reforzar nuestra competitividad mediante inversiones y reformas estructurales es crucial para impulsar el crecimiento potencial y afrontar unos riesgos geopolíticos cada vez mayores.
Paolo Gentiloni, comisario responsable de Economía
Fuente: Departamento de Prensa de la Representación de la Comisión Europea en España
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