964 359 359

Actualidad

Observaciones a la prensa de la presidenta von der Leyen sobre los primeros 100 días de la Comisión 2024-2029

17/03/2025 - Actualidad

Buenas tardes a todos.

El martes 11 de marzo hemos celebrado los 100 días desde la entrada en funciones del Colegio de Comisarios. Han pasado 100 días desde el 1 de diciembre, y parece toda una vida. El mundo que nos rodea está cambiando a la velocidad de la luz.

Los cambios geopolíticos están afectando a las alianzas. Décadas de certidumbre se desmoronan. Y seguimos teniendo una guerra brutal en nuestras fronteras. Pero a pesar de los tiempos turbulentos, esta Comisión se ha puesto enseguida manos a la obra. Desde el primer día, mantuvimos el rumbo que habíamos establecido en las orientaciones políticas, basándonos en tres pilares: prosperidad, seguridad y democracia. Tras 100 días de mandato, no solo seguimos convencidos de las decisiones que reflejamos en las orientaciones políticas, sino que vamos a redoblar los esfuerzos para que se materialicen. Hemos nombrado al primer comisario de Defensa, una decisión que ahora, tras tres meses, no solo resulta necesaria, sino que fue la decisión correcta en el momento adecuado. Porque hemos entrado claramente en una nueva era de feroz competencia geoestratégica. Vemos que algunos se cierran en banda, siembran incertidumbre e intentan obtener beneficios a corto plazo. Quiero ser muy clara: Europa permanecerá abierta y defenderá la asociación y el diálogo. Ofrecemos también estabilidad y previsibilidad, características valiosas en estos momentos.

Desde el primer día, nos hemos implicado en la creación de nuevas asociaciones y en el refuerzo de las antiguas. Con distintos países y regiones, independientemente de su tamaño. Hemos forjado acuerdos emblemáticos con Suiza, México y Mercosur. Con Mercosur hemos logrado un gran avance tras dos décadas de negociaciones y hemos creado un mercado de 700 millones de consumidores, protegiendo al mismo tiempo a los sectores vulnerables. Hemos reanudado las negociaciones comerciales con Malasia y los contactos con los países del Caricom. Y en la India, la mayor democracia del mundo, que visité la semana pasada con el Colegio de Comisarios, hemos intensificado la cooperación comercial, tecnológica y en innovación. He consensuado con el primer ministro Modi que intentaremos celebrar el Acuerdo de Libre Comercio este año. Para mí es esencial forjar estas asociaciones. Porque hemos tenido que aprender de la manera más difícil que la mejor manera de evitar dependencias excesivas, vulnerabilidades y chantaje es consiguiendo los productos que necesitamos de socios en los que confiamos. Y esta es también la mejor manera de construir economías sólidas.

Todo este trabajo —defender la prosperidad, la seguridad y la democracia—, empieza en casa. Por lo tanto, me gustaría explicar que es lo que hemos hecho dentro de nuestras fronteras. Empezando por la prosperidad. Desde el inicio del mandato, hemos puesto en marcha ocho iniciativas para hacer que Europa sea más competitiva, y otras tres están en preparación. Empezamos con la Brújula de Competitividad. Esta es la transposición del informe Draghi en una Comunicación de la Comisión, que consiste básicamente en una hoja de ruta de cara al futuro: nuestro norte y guía para una Europa más fuerte y próspera. Esta iniciativa va acompañada del Pacto por una Industria Limpia, que apoya a las industrias de gran consumo de ­energía y a las tecnologías limpias y constituye la hoja de ruta conjunta para la descarbonización y la competitividad. El día en que acordamos el Pacto por una Industria Limpia en el Colegio, también lo debatí con los representantes de la industria europea en la Cumbre de Amberes. Paralelamente, nos estamos centrando en sectores que son clave para la base industrial de Europa y que están experimentando las mayores transiciones. Esta es la razón por la que empecé a colaborar directamente con el sector agrícola: ahora tenemos la visión para la agricultura y la alimentación. Contacté directamente con la industria automovilística en el marco del diálogo estratégico para la industria automovilística, y el resultado fue el plan de acción. Y hemos iniciado el diálogo con la industria siderúrgica. Próximamente se presentará un plan de acción sobre el acero. Entablaremos más diálogos estratégicos. Al mismo tiempo, seguimos atentos a la reducción de la burocracia. Ya conocen nuestras dos primeras propuestas ómnibus. Y, por último, pero no menos importante, esta semana he firmado un nuevo Pacto para el Diálogo Social Europeo, y hemos propuesto la Unión de las Competencias. Porque la economía social de mercado ocupa un lugar central en la prosperidad de la economía europea.

En todos estos aspectos, la trayectoria siempre ha estado clara. Lo que ha cambiado en estos 100 días es la nueva sensación de urgencia. Porque algo fundamental ha cambiado. Nuestros valores europeos —democracia, libertad y Estado de Derecho— se ven amenazados. Vemos que se están poniendo en tela de juicio no solo la soberanía, sino también compromisos incuestionables. Todo se ha convertido en una transacción. Así pues, el ritmo de los cambios se ha acelerado y las medidas necesarias deben ser audaces y decididas.

Por consiguiente, esta semana el plan ReArmar Europa —un paquete de 800 000 millones de euros para la defensa— recibió apoyo unánime. Es algo histórico. Esta puede ser la base de una Unión Europea de la Defensa. Impulsaremos el plan ReArmar Europa con todas nuestras fuerzas. La idea subyacente es: debemos liberar todo el potencial posible frente a las amenazas concretas. Y si podemos colaborar con otros países afines, como el Reino Unido, Noruega o Canadá, el potencial es aún mayor.

Es importante aclarar que la fortaleza económica y el plan de rearme europeo son las dos caras de una misma moneda. El potencial económico e innovador de Europa es un activo para su seguridad. A la inversa, los esfuerzos de defensa de Europa pueden dar un impulso masivo a un mercado único más competitivo a medio y largo plazo. Las enormes inversiones futuras en la próxima generación de equipos militares e infraestructuras de seguridad de Europa pueden representar un potente incentivo para otras industrias importantes. Piensen en la aceleración de la digitalización y la modernización de nuestras redes de transporte. Piensen en las aplicaciones de IA, la computación cuántica y la comunicación segura. Piensen en tecnologías clave, como las redes de satélites, los vehículos autónomos y la robótica. Todo esto es importante, por una parte, para la defensa de Europa, pero también para la competitividad de Europa. Las pymes de nuestra Unión (de las que 2 500 participan en la cadena de suministro de defensa) estarán en el corazón de esta transformación.

Para tener éxito, tenemos también que acelerar e implicar a más inversores privados. Pondremos en marcha nuevos paquetes ómnibus para seguir simplificando las normas y reduciendo la burocracia, también en el sector de la defensa. Antes de final de mes, presentaremos la Unión Europea de Ahorros e Inversiones, ya que solo un mercado de capitales eficaz, profundo y líquido puede convertir el ahorro en inversiones necesarias. En el mundo actual, mantener Europa como motor económico también es una cuestión de seguridad colectiva.

Las circunstancias extraordinarias requieren medidas extraordinarias. Esto también es válido para la Comisión que presido. Para hacer frente a los retos que se avecinan, tenemos que pasar a una mentalidad de preparación. Esta es la razón por la que, en las próximas semanas, convocaré la primera reunión de seguridad del Colegio. Esto garantizará que los miembros del Colegio reciban periódicamente información actualizada sobre la evolución de la situación en materia de seguridad, en todos los ámbitos: desde la seguridad exterior e interior hasta la energía, la defensa y la investigación. Desde el ciberespacio hasta el comercio, pasando por las injerencias extranjeras. Solo si tenemos una comprensión clara y profunda­ de las amenazas, incluidas las amenazas híbridas, podremos contribuir eficazmente a la seguridad colectiva.

Todo lo que hemos hecho en estos primeros 100 días se ha centrado en nuestros mayores retos. Y seguiremos trabajando en este sentido. El martes —el 100.º día de este Colegio— hemos adoptado una ambiciosa propuesta jurídica sobre retornos. Los retornos son un elemento clave del Pacto sobre Migración y Asilo. Hemos propuesto normas comunes para los retornos, con una nueva orden europea de retorno y el reconocimiento mutuo de las decisiones de retorno por parte de los Estados miembros. Queremos establecer un verdadero sistema europeo de retorno proponiendo un Reglamento con normas más sencillas y claras, que evite la fuga y facilite los retornos de nacionales de terceros países sin derecho de estancia. A los retornados por la fuerza se les impondrá una prohibición de entrada. Y seremos más estrictos cuando haya riesgos para la seguridad. Seremos firmes, pero también nos aseguraremos de actuar respetando plenamente nuestras obligaciones en virtud del Derecho internacional y de los derechos fundamentales.

Concluyo: esta Comisión está dispuesta a hacer frente a las actuales crisis. Tenemos que actuar con rapidez, determinación y a lo grande. Contamos con la oportunidad única de construir una Europa más fuerte, más segura y más próspera. Aprovechemos esta ocasión: es el momento de Europa.

Más información:

Hoja informativa (facsheet)

Fuente: Departamento de Prensa de la Representación de la Comisión Europea en España

Audiovisual: European Commission